martes, 8 de septiembre de 2009

10 cosas que quiero hacer en Japón

Hoy toca responder a una de las preguntas que más he oído durante estas últimas semanas (en gran parte, gracias a mi madre, que no acaba de concebir que me vaya de viaje a la otra punta del mundo...) y que no es otra que: "¿Pero tú a qué vas a Japón?"

En un principio, y pese a lo fácil que podría parecer la respuesta, no creo que pudiese dar una contestación muy convincente. No sé, es como cuando los patos emigran y saben que tienen que ir al sur, pues yo tengo algo dentro de mí que me dice que tengo que ir a Japón. ¡En serio, lo juro! Pero si tuviese que enumerar algunos de los motivos, creo que serían los que vienen a continuación. Así que si los queréis saber, sólo tenéis que pulsar el Seguir leyendo...


Motivo 1: Comer ramen


Así de fácil. Después de años viendo en el ordenador las aventuras de Naruto y de leerme sus más de 40 tomos con sus respectivas 7380 páginas, no concibo un futuro en el que no me haya comido un buen tazón de Ramen bien calentito en un puesto callejero como el de Ichiraku. Si durante mi infancia no me quedé tranquilo hasta que no me fabriqué yo mismo un pastiset d'arrós de los que se comía Doraemon, en mi juventud está claro que este va a ser el plato que va a marcar un antes y un después culinario.

Motivo 2: Bañarme en un ofuro


Más de lo mismo. He pasado varios años leyendo y viendo aventuras de lo más variadas en los lugares más insospechados, pero los mejores momentos (y los más picantuelos...) han sido en los típicos baños termales al aire libre (Love Hina, Ranma, Green Green, Negima...). Aunque realmente no creo que en mi estancia en uno de estos lugares acabe teniendo malentendidos con eróticas consecuencias, pero el simple hecho de poder estar ahí y recordar cada una de las risas que me he echado con situaciones tontas en esos sitios, valdrá la pena.

Motivo 3: Cantar en un karaoke


Una gran obviedad. Si el karaoke es una de las aficiones favoritas de los japoneses cuando salen de fiesta, ¿Por qué no iba a poder disfrutar yo de una velada de este tipo? No creo que mi actuación tenga tanto antiglamour como la de Bill Murray en Lost in Translation, pero seguro que será igual de divertida y patética XD

Motivo 4: Hacerme una foto friki


Este motivo es bastante relativo, ya que me haré mil fotos la mar de frikis durante el viaje, pero está claro que no me iré de Japón sin hacerme una foto con una chica cosplayeada haciendo el símbolo de la victoria con la mano, o sin pararme en mitad del cruce de Shibuya y gritar un "Yatta!" en plan Hiro cuando hizo uno de sus primeros viajes espacio-temporales en Heroes (Aunque él, en vez de en Japón, gritó su Yatta! en Times Square)

Motivo 5: Subir al Fujiyama.

Subir este monte es una de las excursiones que tenemos planeada mis amigos y yo, y una de las razones por la cual me he apuntado al gimnasio para hacer todos los días una hora de ejercicio y ponerme en forma, ya que no sería plan que a la media hora de subida, gritase agonizando que siguiesen sin mí y que los esperaba en la falda. ¿Podremos subir hasta la cima? Eso espero, aunque si nos quedamos a la mitad, supongo que tambien habrá valido la pena :p

Motivo 6: Ir a una megatienda de figuras.


Hace relativamente poco que he descubierto un nuevo hobby, el coleccionismo de figuras. Y si hasta la fecha me bastaba con coleccionar entradas de cine y comics, al subir un peldaño económico gracias a mi actual situación laboral, he aspirado a algo más, y de verdad que engancha. Así que con un nuevo vicio, y sabiendo que Japón es la capital mundial del coleccionismo de figuras manga, no voy a perderme la ocasión de perderme (nunca mejor dicho) en una de esas tiendas de las que he oido hablar con 3 plantas llenas de representaciones en plástico de los personajes de mis mangas preferidos. Aggghhhrrrrrr....

Motivo 7: Ir a unos recreativos japoneses.


Después de pasar gran parte de mi infancia jugando y viendo cómo jugaban a las típicas máquinas recreativas de cinco duros, y tras descubrir que había un universo mucho más especializado con las máquinas de 100 pesetas, ir a un salón recreativo japonés, con las últimas novedades (Sí, en Japón siguen existiendo y sacando nuevas máquinas constantemente, no como en España que ya casi han desaparecido) y con una extensión nada despreciable, creo que hacer una visita será parte obligatoria del viaje. Además, podré descubrir de primera mano cómo se juega al Pachinko y qué tiene para enganchar tanto a los japoneses (El Pachinko es la versión oriental de nuestras tragaperras, y aunque no dan premios en efectivo, parece que son igual de viciantes que las que dan 600 euros)

Motivo 8: Visitar un barrio tradicional.


Volvemos a los comics y al anime. ¿Cuántas veces habréis visto las calles estrechas y llenas de encanto de series como Doraemon o Shin Chan y habéis querido pasearos por ellas? Yo sinceramente, lo he deseado cada una de las veces que las he visto, así que no espero perdérmelas y hacerme una foto en ellas por nada del mundo (¿Encontraré un solar con tuberías de cemento y niños jugando al baseball? ^_^)

Motivos 9 y 10: Ligar con una japonesa.


Vale, lo admito, no tenía 10 motivos en total, sólo 9, pero como este motivo es tan difícil de conseguir y no creo que se cumpla, hago un 2x1 a ver si hay suerte y cae la breva... Supongo que ir a Japon y ligar con una japonesa es tan difícil como que venga un japonés a España y ligue con una española en una discoteca (y más difícil aún teniendo en cuenta que no ligo ni en España XD) pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde, y tal vez este sea el motivo que ha encendido mi reloj biológico japonés que me obliga a irme de viaje... ¿Conseguiré pillar cacho? Ya os contaré a la vuelta si es cierto eso del encanto de los occidentales para las orientales... XD

Y eso es todo por hoy. Espero no haberos aburrido mucho, así que si queréis, podéis hacer algun comentario diciendo qué motivos tendríais vosotros para ir a Japón, a ver si así me dáis ideas y puedo cambiar mis dos últimos motivos por algunos un poco más realistas... XD

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jueves, 3 de septiembre de 2009

Tercer paso: Reservar alojamiento

Pues hoy toca continuar con el tercer paso para organizar nuestro viaje a Japón. Recordemos que lo primero fue decidir las fechas y comprar los billetes, y después sacarnos el pasaporte. Así que una vez que sabemos cuándo vamos a ir, y nos hemos sacado el permiso para hacerlo, sólo nos queda reservar el sitio al cual ir.

Antes que nada, y al igual que ya comenté anteriormente con lo de los vuelos, en este apartado también podemos encontrar sustanciales diferencias de precio dependiendo del tipo de lugar en el que nos vayamos a hospedar. Así que el montante final de nuestro gasto en alojamiento dependerá principalmente de nuestros gustos y del dinero que tengamos pensado gastar en total.

A continuación, haré una breve descripción de los lugares donde podremos dormir, acompañados de un precio orientativo, para que una vez que tengáis decidido vuestro tipo de estancia, al final del post podáis visitar varias webs donde poder reservar directamente por mail y desde España (o donde viváis)


De menor a mayor precio, los tipos de hospedaje son los siguientes:

Albergues.

Si buscáis que vuestro viaje sea lo más económico posible, esta debe ser vuestra mejor elección. En los albergues os encontraréis, principal y básicacamente, con una cama en la que dormir y poco más, debiendo de compartir en la mayoría de casos los aseos y duchas y algunas zonas comunes con varias decenas de personas. No son los lugares más apropiados para encontrar intimidad, pero por un módico precio que va desde los 10 a los 20 euros como máximo, podremos pasar la noche en un sitio acogedor y reservarnos el dinero para otros menesteres.

Hostales.

Si queréis gastaros lo menos posible en dormir, pero no queréis compartir habitación con 5 desconocidos más y sus respectivos olores corporales (amén de otras cosas igual de desagradables si tenéis mala suerte con vuestros compañeros), vuestra elección debería ser el típico hostal. El precio no es que sea para tirar cohetes, rondando los 20-30 euros la noche, pero al menos podremos descansar tranquilamente en habitaciones individuales, dobles, triples e incluso cuádruples (dependiendo del número de acompañantes que tengamos) sin tener que dormir con un cuchillo bajo la aholmada. Dependiendo del lugar (y del precio, sobre todo) podremos tener un minibaño en nuestra habitación, o una gran bañera en un aseo común (cosa bastante común en Japón, válgame la redundancia), así que si somos pudorosos, tendremos que gastarnos un poco más y conseguir algo más individual. De la misma forma, podremos encontrar hostales con el desayuno incluido en el precio, aunque eso dependerá de lo de siempre, el precio final del sitio.

Hoteles Cápsula.


Esta es otra de las soluciones más económicas y curiosas que podremos escojer. Dormir en uno de estos hoteles que parecen casi un cementerio con sus paredes llenas de nichos puede ser una opción bastante interesante aunque solo sea para una noche, ya que el precio no es excesivamente caro (Rondan los 30 euros), así por lo menos podremos presumir de haber dormido ahí y haber vivido una experiencia diferente. Los baños en este caso son indudablemente comunes, y no hay ninguna comida incluida en el precio, aunque por lo que cuestan, tendremos derecho a televisión y aire acondicionado en nuestro minizulo unipersonal, que no está nada mal para dormir la mona una noche de fiesta que no tengamos fuerzas o ganas de volver hasta nuestro hospedaje habitual.

Hoteles.



Aquí tenemos una de las opciones más occidentales y menos "emocionantes" de todas las posibles. Este tipo de alojamientos son completamente occidentales, así que no tendremos ningún susto ni sorpresa desagradable si los escojemos. Desayuno, habitación y aseo individual, wifi, zonas comunes, posibilidad de comer sin salir a la calle... Vamos, lo típico que podríamos encontrar en cualquier ciudad española. Dependiendo de las estrellas que tenga el hotel, lógicamente variará el precio, pero de media podemos encontrar cosas bastante interesantes en torno a los 40 euros, o si vamos en plan lujo, de 100 para arriba por persona y noche.

Love Hotels.


Otra de las grandes curiosidades de Japón junto a los hoteles cápsula. Este tipo de hoteles no nos servirán exacatamente para lo mismo que el resto de lugares citados, pero si vamos en pareja, puede ser otra opción interesante para descubrir ese Japon profundo y diferente que hemos buscado durante el viaje. Estos hoteles se suelen pagar por horas, y su principal atractivo no es la comodidad o amabilidad de sus trabajadores, si no lo "temático" o "prácticos" que sean. Importante tener en cuenta que normalmente sólo dejan entrar a parejas, ya que alquilar un picadero a un grupo de personas no es que suela ser muy común (aunque alguno habrá por ahí...), y que además de pagar la habitacion en sí, si queremos disfrutarlo en todo su apogeo, tendremos que pagar aparte cualquiera de los utensilios que nos encontremos en la habitación (Comida, disfraces, televisión, juegos, karaoke, "juguetes"...) El precio suele rondar los 20 euros por una o dos horas dependiendo del lugar, e incluso en algunos podremos pasar el día entero por unos 60 euros. Además, hay hoteles con temáticas tan variadas como los hoteles navideños, de Hello Kitty o mangas.

Ryokans.


Esta será probablemente una de las opciones más atractivas a la hora de escojer alojamiento para los occidentales, aunque también es una de las más caras y difíciles de encontrar en plena ciudad. Este tipo de hoteles nos ofrecen una estética japonesa completamente tradicional, con casas bajas entarimadas, con paredes de papel de arroz, futones en vez de camas, preciosos jardines y ofuros (Piscinas termales comunes) al aire libre, además de un trato personalizado y especialmente cuidado. Dependiendo del lugar, podremos hasta comer platos tradicionales de menú incluidos en el precio de la habitación, aunque si queremos comer en cantidad y calidad, en plan sibarita 5 estrellas, tendremos que pagarlo aparte. El precio base está en torno a los 50 euros la noche por persona, pero aunque sea un poco caro, merece la pena pasar al menos un día en este tipo de hotel, ya que la experiencia debe ser inolvidable (Y en vez de robar las toallas, podrás llevarte los yukatas XD).

Templos.

Por último dejo esta opción, que aunque no sé si es la más cara, como hablo desde el más absoluto desconocimiento, se queda la última por si las moscas. Según tengo entendido, en muchos templos sintoistas puedes quedarte a dormir alguna noche. No sé si tendrán habitaciones de invitados o si dormirás en las amplias salas donde se celebran las ceremonias, o si lo que hay que pagarle a los sacerdotes es mucho o poco, pero como está claro que esta opción no es viable para reservar online, y para hacerlo habrá que tener un dominio bastante alto de japonés para explicarle al dueño del templo que quieres ahorrarte unos yenes y dormir en su casa, la descartamos (aunque yo la comento por si alguien se anima :p)

Una vez que ya sabemos dónde queremos dormir, y tras hacer un estudio para compaginar zonas de visita con tipos de alojamientos disponibles, sólo nos queda ponernos en contacto con los establecimientos deseados. Para ello podremos usar varios métodos, aunque el más sencillo es a través de páginas como travellerspoint, la asociación japonesa de Ryokans, o asociaciones como la Organizacion Nacional de Turistas en Japón, donde podremos ponernos en contacto con los dueños de los alojamientos vía email directamente y reservar sin ningún problema desde casa sin pagar a ningún intermediario.

Y eso es todo por hoy. Nos vemos dentro de muy poco en una nueva entrada del blog, cada vez con más nervios, ya que por fin se acerca el Gran Día (Falta un mes y dos días, para ser exactos ^_^)

¡Hasta la próxima! Y si os ha gustado esta entrada, COMENTAD!!!! XD

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